Un avance significativo en la lucha contra el cáncer de páncreas ha sido logrado por un equipo internacional de investigadores, quienes han identificado un componente clave que contribuye a la alta agresividad de esta enfermedad. El descubrimiento, publicado recientemente en la revista científica PNAS, revela el papel crucial de la proteína Galectina-1 en los fibroblastos que rodean el tumor, células que tradicionalmente se pensaba solo facilitaban el crecimiento del cáncer.
El cáncer de páncreas es notoriamente letal, con una tasa de supervivencia de apenas el 10% a cinco años del diagnóstico. Esta cifra escalofriante se debe, en gran parte, al microambiente tumoral—el estroma—donde los fibroblastos juegan un papel central no solo promoviendo el crecimiento del tumor, sino también ofreciendo resistencia a los tratamientos convencionales.
La Dra. Pilar Navarro, una de las principales investigadoras del estudio, enfatiza la importancia del estroma en la biología de este tipo de cáncer. Las células tumorales interactúan con este entorno que les brinda protección contra los tratamientos actuales. Anteriormente, se sabía que los fibroblastos secretaban Galectina-1, pero este nuevo estudio revela que la proteína también desempeña funciones esenciales en el interior de estas células al regular la expresión génica.
Uno de los hallazgos más impactantes es cómo Galectina-1 influye en el gen KRAS, mutado en el 90% de los casos de cáncer de páncreas, siendo un promotor clave de la proliferación celular descontrolada. Los investigadores han dilucidado que Galectina-1 no solo actúa en el entorno extracelular del tumor, sino que también regula mecanismos epigenéticos dentro de los fibroblastos, sin cambiar la secuencia del ADN.
Esta nueva comprensión del rol dual de Galectina-1 abre puertas para el desarrollo de estrategias terapéuticas más efectivas. Según la Dra. Neus Martínez-Bosch, es imperativo ahora bloquear la proteína no solo cuando es secretada, sino también dentro del núcleo de los fibroblastos. Este enfoque podría ser crucial ya que Galectina-1 está implicada en procesos adicionales como la angiogénesis y la resistencia a tratamientos inmunológicos.
Con estos avances, el equipo de investigación se encamina a explorar combinaciones terapéuticas que inhiban la acción de la Galectina-1 tanto intracelular como extracelularmente. Este desarrollo no solo contribuye a la comprensión de la biología del cáncer de páncreas, sino que también puede allanar el camino para tratamientos innovadores que mejoren la supervivencia de los pacientes, lo cual representa un rayo de esperanza en una batalla que es, por ahora, desalentadora.
