En la reciente Cumbre de IA Generativa en Nueva York, expertos de Wayfair, Morgan & Morgan y Prolific se reunieron para abordar un desafío crucial: cómo balancear el potencial de la automatización con el juicio humano. Los panelistas compartieron experiencias sobre el uso responsable de la IA, desde mejoras en el servicio al cliente hasta la optimización de flujos de trabajo legales.
Wayfair ha transformado su uso de la IA generativa. Vaidya Chandrasekhar, líder en la compañía, explicó que han pasado de herramientas básicas de asistencia al cliente a una profunda transformación tecnológica. Ahora, utilizan IA para resumir historiales de problemas y enriquecer catálogos, adaptándose constantemente a nuevas posibilidades.
Morgan & Morgan, la mayor firma de abogados de lesiones personales en EE.UU., está a la vanguardia de la IA. Paras Chaudhary, líder de ingeniería de software, indicó que su objetivo no es reemplazar abogados, sino optimizar su trabajo. Aunque introducir tecnología en un entorno tradicional es complejo, han logrado implementaciones graduales y eficaces.
Sara Saab, de Prolific, destacó la importancia de la calidad de los datos humanos en el desarrollo de sistemas de IA. Subrayó que ahora se valora más la precisión de los datos que la cantidad, demostrando que la retroalimentación humana es esencial, especialmente en el aprendizaje reforzado.
Integrar la IA en flujos de trabajo existentes facilita su adopción. Chaudhary mencionó el “radio sandwiching”, una estrategia que combina nuevas herramientas con procesos familiares. Tanto él como Chandrasekhar coincidieron en que la interacción humana con la IA es crucial.
La colaboración entre humanos y máquinas fue otro punto crucial. Chaudhary destacó la importancia de asignar tareas que, aunque automatizables, necesitan supervisión humana para asegurar precisión. Este enfoque minimiza riesgos y garantiza un funcionamiento confiable de los sistemas.
Por último, se debatió sobre mantener a los humanos en el bucle, enfatizando la responsabilidad y ética en el desarrollo de la IA. Aunque la automatización avanza, es vital preservar habilidades humanas clave para asegurar que las competencias esenciales no se pierdan en el proceso.