La freidora de aire, un electrodoméstico popular por su capacidad para cocinar con menos aceite, exige un mantenimiento adecuado para garantizar su rendimiento y longevidad. Un truco simple pero eficaz para su limpieza es el uso de un vaso de agua que, colocado en la freidora a máxima potencia durante 30 minutos, genera vapor que ayuda a eliminar residuos de grasa acumulados. Es esencial que el vaso utilizado sea apto para altas temperaturas para evitar daños. Las redes sociales han sido una valiosa fuente de consejos para el cuidado de electrodomésticos, destacando técnicas prácticas y accesibles para los usuarios en el hogar.
La limpieza, sin embargo, no se limita a este truco. Sugerencias expertas, como las de Haier, recomiendan desenchufar el aparato y dejarlo enfriar antes de comenzar. La cesta y el compartimento interno deben lavarse con agua caliente y jabón suave, mientras que la resistencia necesita un paño húmedo para eliminar partículas adheridas. La atención al detalle, como la revisión de las zonas de ventilación y el uso de herramientas específicas para áreas de difícil acceso, asegura que la freidora esté libre de obstrucciones. Con este mantenimiento, la freidora de aire continúa siendo un aliado en la cocina, ofreciendo platillos menos grasosos y nuevos horizontes culinarios.
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