En el corazón de Madrid, donde cada metro cuadrado es un bien preciado, el recién inaugurado centro multifuncional de la calle Fúcar emerge como un logro significativo para el barrio de las Letras. Este nuevo complejo, resultado de las gestiones del área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, promete ser un eje principal de servicios y convivencia para los habitantes del distrito Centro.
Ubicado entre las calles Fúcar, 6 y Costanilla de los Desamparados, el centro se alza con una inversión de 34,1 millones de euros, abarcando 21.747 m² distribuidos en 11 alturas. Con cinco dotaciones municipales, se propone atender diversas necesidades: desde la infancia hasta los adultos mayores, además del deporte y la movilidad. Este esfuerzo urbanístico es especialmente relevante en una zona tan histórica, donde cada nuevo proyecto se enfrenta al reto de encontrar espacio disponible.
El innovador diseño del complejo incluye dos volúmenes conectados subterráneamente, enmarcando una plaza de 1.217 m² que actuará como un espacio de reunión y descanso para los vecinos. Dentro del centro, los servicios se diversifican en cinco secciones esenciales: una escuela infantil con siete aulas, un centro deportivo con pabellón polideportivo y piscina cubierta, un centro de día para mayores, un amplio aparcamiento para residentes y un cantón de limpieza adaptado a las necesidades contemporáneas.
Durante la construcción, el descubrimiento de restos arqueológicos causó una pausa de 21 meses, permitiendo al equipo colaborar con la Dirección General de Patrimonio Cultural para preservar el legado histórico de la zona. Este fenómeno retrasó el proyecto pero enriqueció el patrimonio cultural del lugar.
La apertura del centro representa un paso crucial en el ambicioso plan del Ayuntamiento que, desde 2019, ha visto la construcción de 72 nuevos equipamientos. Con una inversión total superior a los 330 millones de euros, el proceso avanza hacia el cumplimiento del 75% de su meta de 96 dotaciones para 2027.
El centro multifuncional de Fúcar no solo amplía los servicios del barrio, sino que simboliza un acto de modernidad en un entorno histórico. Este proyecto es una prueba de que incluso en los lugares más establecidos, el progreso es posible, subrayando la importancia de pensar en las personas al hacer ciudad.
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