El programa de detección precoz de cáncer de mama en España abarca a dos millones de mujeres de entre 50 y 69 años, invitándolas a realizar mamografías bienales. Sin embargo, este método presenta limitaciones en mujeres con tejido mamario denso, donde la eficacia de la mamografía puede reducirse drásticamente. Un debate científico surge sobre cómo abordar estos casos, pues la densidad mamaria, que se compone de más tejido fibroso y glandular en comparación con el adiposo, puede ocultar tumores en las imágenes. A pesar de que estas mujeres presentan un riesgo cuatro veces mayor de desarrollar cáncer de mama, no existe un consenso claro sobre cuál es la mejor técnica complementaria para la detección precoz en este grupo.
Un estudio reciente publicado en The Lancet compara diferentes técnicas de imagen complementarias, concluyendo que la resonancia magnética y la mamografía con contraste son más efectivas que la ecografía en la detección de tumores en mamas densas. Sin embargo, el ensayo no aborda si estas técnicas alternativas reducen la mortalidad ni el potencial sobrediagnóstico. Las implicaciones de estos hallazgos apuntan a la necesidad de más investigaciones para evaluar el costo-efectividad y definir estrategias de cribado más precisas, posiblemente apoyadas por inteligencia artificial. Este enfoque podría mejorar la identificación de mujeres que se beneficiarían más de pruebas adicionales, pero la comunidad científica aún está dividida al respecto.
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