El manejo de las inmunodeficiencias ha tomado un rumbo innovador gracias a un avance tecnológico sin precedentes. En el Hospital Clínico San Carlos, un equipo multidisciplinar ha desarrollado un algoritmo de inteligencia artificial con una precisión superior al 91,8%, lo cual marca un antes y un después en el diagnóstico y tratamiento de inmunodeficiencias en pacientes con cáncer hematológico.
Las inmunodeficiencias representan un desafío crítico, ya que comprometen la capacidad del sistema inmunológico para combatir infecciones, un aspecto que se vuelve vital en pacientes oncológicos. Estas deficiencias están relacionadas con una alarmante tasa de mortalidad, afectando significativamente a entre el 25 y el 50% de los pacientes. En este contexto, al menos el 80% de estos individuos enfrentará una infección grave en el transcurso de su enfermedad.
El algoritmo en cuestión, concebido por la unidad especializada del hospital, analiza 37 variables clínicas e inmunológicas de gran alcance mediante modelos de machine learning. Este diseño ingenioso destila sus conclusiones a través de solo dos variables finales, empleadas para identificar inmunodeficiencias primarias subyacentes con un elevado grado de precisión. En un estudio realizado con 151 pacientes, se detectó que un 66% de aquellos con linfomas, leucemias o mielomas y con infecciones recurrentes portaba una variante genética de inmunodeficiencia primaria.
Silvia Sánchez-Ramón, jefa del Servicio de Inmunología del hospital, destaca la importancia de este avance como un cambio en el paradigma del tratamiento de la inmunodeficiencia asociada al cáncer. Señala, además, el potencial de esta tecnología para su aplicación en otros tipos de cánceres, lo que abriría la puerta a una medicina personalizada más efectiva.
Un enfoque proactivo y multidisciplinar respalda esta transformación en el diagnóstico y tratamiento del cáncer, considerando a la inmunodeficiencia como un factor central desde etapas tempranas. Según Celina Benavente, jefa del Servicio de Hematología del hospital, la colaboración entre especialidades permite brindar una atención integral y coordinada, con una proyección de atender a aproximadamente 200 pacientes al año.
Esta estrategia no solo se limita a avances en el diagnóstico; también implica una prevención integral para los pacientes diagnosticados con diferentes tipos de cáncer hematológico. Esto incluye vacunación personalizada, tratamiento específico para la inmunodeficiencia detectada, profilaxis con inmunoglobulinas y educación sobre medidas preventivas. Además, los pacientes con variantes genéticas específicas son candidatos a tratamientos dirigidos, ajustando la intervención al origen genético de su enfermedad.
Las repercusiones de este enfoque van más allá de los beneficios sanitarios inmediatos, pues un estudio publicado en la revista Frontiers in Immunology ha evidenciado también un ahorro económico significativo. El uso de gammaglobulinas para la prevención de infecciones redujo significativamente los días de hospitalización, de cuidados en la UCI y el tiempo de baja médica, resultando en un ahorro estimado de más de 5.000 euros por paciente y año.
Este avance, liderado por el Hospital Clínico San Carlos, no solo augura una mejora en la calidad de vida de los pacientes, sino que también subraya el valor de la tecnología en la redefinición de prácticas médicas más eficientes y personalizadas, colocando a la inteligencia artificial y la colaboración multidisciplinar en el centro de un futuro prometedor para la oncología.
