El ruido causado por los vecinos es una fuente constante de tensiones y malestar en la convivencia vecinal. Los sonidos de alta intensidad, como el de una lavadora en funcionamiento o música a horas inapropiadas, no solo perturban el descanso, sino que también pueden comprometer el bienestar general del hogar. Aunque existen varias estrategias para mitigar este problema, como el aislamiento de paredes y la adopción de ciertos hábitos menos ruidosos, estas medidas a menudo no son lo suficientemente eficaces. En respuesta a esta problemática, un equipo de investigadores de la Universidad de Malmö, Suecia, ha desarrollado un innovador dispositivo denominado «Sound Screw». Este tornillo, especialmente diseñado para estructuras de madera, permite reducir el ruido casi a la mitad sin ocupar espacio adicional, gracias a un muelle interior que amortigua las ondas sonoras.
El «Sound Screw» ha sido probado en laboratorio, demostrando una disminución de nueve decibelios en comparación con las paredes tradicionales. Esta solución facilita el aislamiento acústico sin necesidad de realizar obras importantes ni requerir herramientas o formación especializada. Aunque aún no está disponible en el mercado, la empresa Akoustos, fundada por los investigadores, trabaja en su comercialización. Mientras tanto, existen otras alternativas asequibles y efectivas para insonorizar una vivienda sin incurrir en grandes gastos. Estas opciones incluyen revestir las paredes con madera maciza o láminas de corcho, que pueden reducir el ruido en hasta 35 decibelios, o incluso mediante el uso de pinturas de microesferas o alfombras gruesas que amortigüen tanto el sonido como las vibraciones. Soluciones simples como estas pueden transformar el hogar en un espacio más pacífico sin necesidad de reformas estructurales extensas.
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