Un innovador estudio liderado por el Hospital del Mar ha puesto de manifiesto una desigualdad en el dolor crónico postquirúrgico entre hombres y mujeres, arrojando nueva luz sobre el impacto del estado emocional y físico en la evolución de este padecimiento. La investigación, difundida a través del Journal of Cardiothoracic and Vascular Anesthesia, fue llevada a cabo entre 2017 y 2019, e incluyó la participación de 233 pacientes que se sometieron a toracotomías en diferentes hospitales españoles.
Los resultados son contundentes: un 53% de las mujeres desarrollaron dolor crónico tras la cirugía, en contraste con el 38% de los hombres. El estudio, dirigido por el Dr. Antonio Montes del Hospital del Mar, subraya que estas variaciones no se deben a factores biológicos como los genéticos o hormonales. «El estado físico y emocional de las mujeres aparece como un factor decisivo», afirma Montes, señalando que las pacientes femeninas a menudo enfrentan la cirugía con más dolor previo y mayores reservas sobre los resultados.
Durante el seguimiento, realizado cuatro meses después de las intervenciones, se observó que las mujeres, a pesar de comenzar desde una posición más desfavorable, muestran una notable capacidad de adaptación al dolor crónico, contrastando con un deterioro en el componente mental observado en los hombres. Este hallazgo ha motivado a los especialistas a considerar la necesidad de abordar estrategias psicológicas previas a las cirugías, enfocadas en la prevención del dolor crónico.
La investigación también destaca la urgencia de implementar unidades dedicadas a reducir el tránsito de dolor agudo a crónico mediante intervenciones psicológicas específicas. La situación cobra especial importancia debido al aumento de toracotomías en mujeres, impulsado por una creciente incidencia de enfermedades pulmonares relacionadas con el tabaquismo.
Además, el equipo del Hospital del Mar ha desarrollado herramientas predictivas para evaluar el riesgo de dolor crónico, lo que podría transformar el enfoque clínico hacia un tratamiento más personalizado. Este estudio acuña la colaboración de diversas entidades médicas de Cataluña, Madrid y Valencia, y representa un paso significativo hacia una mejor comprensión de las diferencias de género en el tratamiento del dolor postquirúrgico.
Este avance no solo abre la puerta a nuevas pautas de tratamiento, sino que también invita a reflexionar sobre la importancia de integrar el componente emocional en el cuidado médico, asegurando que tanto hombres como mujeres reciban la atención que mejor se adapte a sus necesidades particulares.