El cambio climático y la pérdida de biodiversidad han generado un escenario donde la economía de América Latina y el Caribe debe adaptarse a nuevas realidades, impulsando a la vez el desarrollo sostenible a través de inversiones en soluciones ambientales. Este tema fue el eje central del Foro Económico Internacional América Latina y el Caribe, organizado por CAF-banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, en conjunto con el Grupo PRISA y World in Progress (WIP). Durante el foro, se discutió la necesidad de medidas claras que motiven al sector privado a invertir en este tipo de iniciativas, a pesar de la percepción de alto riesgo y la incertidumbre sobre las ganancias. Según las proyecciones del Foro Económico Mundial, se requieren 700,000 millones de dólares anuales para hacer frente a la crisis ambiental, mientras que compromisos internacionales como la COP29 buscan movilizar 1.3 billones de dólares para 2035.
El desafío, sin embargo, radica en generar confianza en los inversionistas. Según Astrid Schomaker del Convenio sobre la Diversidad Biológica, la percepción de riesgo puede contrarrestarse destacando el potencial retorno de inversión, que puede ser hasta ocho veces la cantidad invertida. Sonja Gibbs del Instituto de Finanzas Internacionales mencionó diversas herramientas disponibles, como bonos verdes y canjes de deuda, que necesitan regulaciones claras para definir qué constituye una inversión verde. A nivel regional, hay experiencias exitosas, como en Colombia, donde BBVA y CAF recaudaron 50 millones de dólares para financiar proyectos de biodiversidad. Por otra parte, en Perú, las autoridades bancarias han trabajado en capacitar a los funcionarios para asesorar en banca climática, demostrando interés creciente del sector. Asimismo, el ministro de Ambiente de Panamá enfatizó la urgencia del cambio hacia energías limpias para mitigar los impactos severos de eventos climáticos extremos.
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