La transformación digital en el sector financiero de América Latina ha dejado de ser simplemente una promesa para convertirse en una necesidad urgente. En un panel reciente organizado por Kyndryl e IDC, se analizaron las principales tendencias y desafíos que enfrentan instituciones bancarias, aseguradoras y operadores de capitales en países como Argentina, Chile, Colombia y Perú. La conclusión fue clara: aquellas entidades que no aceleren su digitalización podrían quedarse atrás en un mercado cada vez más competitivo y exigente.
La inteligencia artificial comienza a desempeñar un papel crucial en la automatización de procesos y la reducción de errores humanos. No obstante, la adopción completa de estas tecnologías sigue siendo un reto, principalmente debido a la falta de habilidades técnicas internas necesarias para su implementación a largo plazo. Este desafío fue subrayado por expertos, quienes señalaron que la verdadera barrera no es la falta de presupuesto, sino la carencia de talento capacitado.
El modelo híbrido de infraestructura persiste como el más utilizado en el sector financiero, combinando soluciones on-premise con la nube. Sin embargo, el enfoque hacia un modelo cloud-first está ganando terreno, impulsado por la necesidad de escalar operaciones y reducir costos. La modernización de aplicaciones es ahora una prioridad estratégica para adaptarse a las demandas del mercado y las regulaciones.
Además, los pagos en tiempo real han dejado de ser una aspiración para convertirse en una exigencia del cliente, acelerada por la pandemia. Por otro lado, aunque la tecnología blockchain aún está en sus primeras etapas de adopción, representa una promesa clave para mejorar la trazabilidad y transparencia en las transacciones financieras.
A pesar del creciente número de ciberataques, la ciberseguridad no siempre es prioritaria en las agendas ejecutivas, salvo cuando incidentes mediáticos ponen de relieve su importancia. La madurez estructural en este ámbito sigue siendo un objetivo a alcanzar.
La integración de plataformas de clientes con un robusto marco de gobernanza y calidad de datos está en curso para personalizar servicios y minimizar riesgos. Al mismo tiempo, la omnicanalidad se consolida como estándar, permitiendo a los clientes moverse con fluidez entre canales físicos y digitales.
El análisis realizado por IDC revela particularidades por país. En Argentina, la prioridad está en el uso de datos e inteligencia artificial generativa, mientras que en Chile se destaca la gestión basada en datos. Colombia se enfoca en la seguridad y privacidad de datos, y en Perú el foco es la eficiencia operativa y la atracción de talento digital.
El éxito en este entorno complejo no solo dependerá de la inversión en tecnología, sino de la capacidad de las organizaciones para alinear talento, liderazgo y estrategia. La transformación cultural y organizacional es vista como un reto clave, donde el liderazgo ejecutivo debe jugar un papel crucial en la modernización y adaptación a largo plazo.
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