Isaac Asimov destacaba la inteligencia humana como un impulso irreprimible de curiosidad que nos empuja a explorar lo desconocido y transformar nuestro entorno, una chispa vital que ha llevado a la humanidad a conquistar el fuego, descifrar el código genético y desarrollar algoritmos complejos. Esta sed de conocimiento se ha convertido en un recurso invaluable para el progreso económico y estratégico de las naciones, tal como se debate en el contexto actual donde la inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) se traduce en capacidad competitiva global. Durante un encuentro organizado por EL PAÍS y Acciona, Juan Cruz Cigudosa, secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, subrayó que la innovación es un motor fundamental para competir en el mundo moderno, especialmente en un panorama donde España ha alcanzado un récord histórico en inversión con más de 22.300 millones de euros destinados a este sector en 2023. No obstante, a pesar del brillante nivel de producción científica, el país aún se enfrenta al desafío de traducir este conocimiento en innovación tangible que posicione a la nación en un mejor lugar en el Índice Mundial de Innovación.
La colaboración académica surge como un pilar esencial para avanzar en este esfuerzo, donde integrar la teoría y la práctica puede dinamizar y enriquecer el ecosistema de la innovación. Según Carmen Camuñas, directora del Hub de Innovación Digital de Acciona, y Ángel Luis González, profesor y aspirante al Global Teacher Prize, se deben aprovechar al máximo las oportunidades proporcionadas por la formación profesional y las nuevas tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, para fomentar el emprendimiento y superar los estereotipos que limitan el potencial de talento en todo el país. Asimismo, María Benjumea, fundadora de South Summit, resalta la importancia de cambiar la mentalidad y fomentar una mayor conexión entre el sector público y privado para mantener el ritmo con las rápidas dinámicas del mundo tecnológico. En este contexto, Ana Maiques, consejera delegada de Neuroelectrics, enfatiza la necesidad de diversificar y visibilizar referentes en el emprendimiento, superando el complejo de inferioridad respecto a innovaciones provenientes del exterior, y abogando por reconocer el talento nacional como un recurso invaluable que requiere inversión y un cambio en la percepción cultural para consolidarse globalmente.
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