En el marco del Día Mundial de las Legumbres, investigadores del Centro de Innovación Gastronómica (CIG) han presentado un ambicioso proyecto con más de 90 innovaciones culinarias, incluyendo snacks saludables, salsas, y fermentados, dirigidos a potenciar el consumo de legumbres. Estos desarrollos no solo apuntan a enriquecer la dieta diaria, sino también a adaptar las recetas tradicionales a versiones más saludables y sostenibles, como es el caso de la ensaladilla madrileña reinventada sin patata ni mayonesa.
La iniciativa tiene como protagonista a una herbácea de secano que, más allá de sus significativos beneficios nutricionales, contribuye a la mejora medioambiental mediante la fijación de nitrógeno en la atmósfera y el fortalecimiento de la estructura del suelo. Estos beneficios se subrayan en un contexto donde la siembra de legumbres en España ha decaído, aunque el cultivo del garbanzo en la región ha evidenciado un crecimiento, pasando de 800 a 1.200 hectáreas en un año.
Con el objetivo de estimular aún más su producción, la finca El Encín, del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario, está experimentando con mezclas de variedades que no solo prometerían mejorar la calidad del suelo, sino también aumentar la rentabilidad para los agricultores.
El esfuerzo autonómico también se enfoca en la recuperación de especies de leguminosas desaparecidas como la almorta, la alholva y la algarroba, conservando así una fuente nutricional que se había perdido hace medio siglo. A través del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, se evalúa la eficiencia de rotaciones de cultivo entre trigo y garbanzo en condiciones de baja inversión.
En otra línea de investigación, se introducen los garbanzos negro y marrón, provenientes del Centro de Recursos Fitogenéticos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Estas variedades, que han demostrado resistencia a enfermedades y adaptabilidad a climas áridos, presentan un contenido superior de minerales y compuestos bioactivos, incrementando así sus ventajas para la salud.
Estos avances reflejan una estrategia integral que se extiende desde la recuperación y conservación de diversidad agrícola, hasta el impulso de hábitos alimenticios saludables y ambientalmente responsables.