Las diferencias en la rapidez con que las personas responden a mensajes de WhatsApp pueden estar relacionadas con diversos perfiles psicológicos. Según estudios, aquellos que contestan de inmediato suelen agruparse en cinco tipos: el ‘concienzudo’ se destaca por su organización y cortesía; quienes buscan validación responden rápidamente para reforzar su autoestima; y otros lo hacen para evitar el miedo a malentendidos. Un perfil menos preocupado por la presión social es el ‘aburrido’, que responde por pura distracción. Por último, está el ‘obsesivo del control’, que siente la necesidad de estar al mando de la conversación.
Este comportamiento, aunque a menudo visto como una cortesía, puede convertirse en una carga, advirtiendo expertos en comunicación digital. Las personas que responden siempre de inmediato están bajo una presión constante, generando estrés crónico relacionado con la interpretación negativa de las respuestas tardías. Esta condición, denominada “disponibilidad digital constante”, puede llevar a un ciclo vicioso que intensifica la ansiedad, especialmente en quienes presentan altos niveles de neurosis y experimentan un pánico notable si no pueden contestar de manera expedita.
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