Este martes, la Comunidad de Madrid presentó un plan ambicioso con el objetivo de reducir la contaminación del aire en la región, incluyendo la implementación de medidas que buscan recortar las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) en un 40% para el 2030. Entre las acciones destacadas figuran la ampliación de las zonas de bajas emisiones, la renovación de la flota de autobuses con vehículos eléctricos y la creación de nuevas áreas verdes urbanas. La presidenta madrileña señaló que la iniciativa también contempla incentivos para el uso del transporte público y la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos en toda la región.
Además, el gobierno regional ha anunciado una inversión de 200 millones de euros destinados a apoyar a los municipios en la transición ecológica y la adopción de tecnologías más limpias. Este movimiento se enmarca dentro del compromiso de Madrid con los objetivos de la Unión Europea para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Expertos ambientales han recibido la propuesta con optimismo, pero advierten sobre la necesidad de un seguimiento riguroso y la implementación efectiva para garantizar el cumplimiento de las metas ambientales.
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