La Comunidad de Madrid ha lanzado una serie de talleres formativos destinados a que 60 jóvenes, con edades comprendidas entre los 12 y 25 años, adquieran habilidades en música electrónica, mientras se promueve el fortalecimiento de su salud mental y se lucha contra la soledad. Esta iniciativa, impulsada por la Consejería de Presidencia, Justicia y Administración Local, se llevará a cabo del 2 al 7 de septiembre en diversos espacios de Buitrago del Lozoya, Colmenar de Oreja y Villamanta.
Estos talleres tienen como objetivo no solo educar a los participantes en el ámbito de la música electrónica, sino también ofrecerles una oportunidad de socialización y desarrollo personal. «Queremos que los jóvenes encuentren en la música una vía para expresarse y conectar con otros. Además, es una excelente herramienta para combatir la soledad y cuidar de su salud mental», afirmaron fuentes cercanas a la Consejería.
La elección de los lugares no ha sido casual. Buitrago del Lozoya, Colmenar de Oreja y Villamanta son escenarios ideales que combinan la tranquilidad de la naturaleza con la infraestructura necesaria para llevar a cabo estas actividades. La programación incluye una serie de módulos en los que los participantes podrán aprender desde fundamentos básicos hasta técnicas avanzadas de producción musical.
Un equipo de profesionales especializados en música electrónica y psicología será el encargado de guiar a los jóvenes durante estos seis días. Además, se han organizado actividades complementarias que fomenten el bienestar y la cohesión del grupo, tales como sesiones de mindfulness, dinámicas de grupo y espacios de charla y reflexión.
Este proyecto forma parte de un conjunto de medidas que la Comunidad de Madrid está implementando para apoyar a los jóvenes en su desarrollo integral. «Es esencial que brindemos herramientas que no solo potencien sus habilidades técnicas, sino también su bienestar emocional y social», subrayaron las mismas fuentes.
A medida que avanza la inscripción y se acercan las fechas señaladas, el entusiasmo entre los jóvenes y sus familias es palpable. «Mi hijo está muy ilusionado, no solo porque aprenderá sobre una de sus pasiones, sino porque también podrá conocer a otros jóvenes con sus mismos intereses», comentó una madre de un participante.
La Comunidad de Madrid continua, así, en su empeño de ofrecer a los jóvenes espacios de aprendizaje y crecimiento que, además de nutrir sus conocimientos, aporten al cuidado de aspectos tan cruciales como la salud mental y la integración social.