El Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha iniciado un importante proyecto de estabilización y consolidación de la Casa Palacio de los Campo de Arce, situada en la calle Empecinado 31, anteriormente conocida como el bar Torrejonero. Esta iniciativa, liderada por el concejal de Patrimonio Histórico, Vicente Pérez, representa un esfuerzo clave para preservar un inmueble del siglo XVII que se encontraba en condiciones críticas.
Pérez ha destacado la relevancia de este proyecto, que ha sido adjudicado por un costo de 347.000 euros. «Es fundamental conservar nuestro patrimonio histórico», afirmó, explicando que la Casa Palacio está clasificada bajo el Plan Especial de Protección del Casco Histórico como residencial con protección ambiental y está sujeta al régimen de protección de Bienes de Interés Patrimonial (BIP).
El inmueble abarca una superficie de 935,29 metros cuadrados, distribuidos en dos plantas. Los trabajos consisten en estabilizar las fachadas exteriores y las estructuras necesarias para su consolidación, así como en retirar elementos que representan un riesgo potencial para la seguridad pública. Además, se realizarán sondeos y prospecciones arqueológicas para entender mejor la historia del edificio y su conexión con la muralla histórica de la ciudad.
A lo largo de los años, se han hecho esfuerzos significativos para comprender y preservar este edificio. En 2020, se realizó una lectura de paramentos, y en 2022 se llevaron a cabo sondeos para identificar elementos clave que ayudaran a definir la cronología constructiva del inmueble, que se remonta al menos al siglo XVII, según los registros del Catastro de Ensenada de 1753.
A pesar de las transformaciones y añadidos que ha sufrido, el estudio detallado del edificio ha revelado su evolución arquitectónica. Originalmente una casa solariega de dos plantas con cueva, el edificio ha visto la adición de una crujía de servicio y una segunda planta, reflejando los cambios sociales y estructurales de la zona desde el siglo XIX hasta el XX.
Este proyecto no solo busca preservar un capítulo del pasado de Alcalá de Henares, sino que también apunta a revitalizar una parte valiosa del paisaje urbano, asegurando que las generaciones futuras puedan disfrutar y aprender de su rica historia arquitectónica.