La problemática del acoso sexual en el ámbito médico en España ha adquirido recientemente una visibilidad alarmante, revelando una inquietante situación dentro del contexto más amplio del acoso laboral. Un reciente informe publicado por Medscape, plataforma especializada en información sanitaria, desvela que un significativo 12% de los médicos españoles encuestados han dado cuenta de ser testigos (8%) o víctimas directas (5%) de acoso sexual en los últimos tres años.
El informe traza un perfil claro del agresor predominante: en su mayoría hombres (80%), con una notable parte de ellos siendo colegas médicos (66%), y muchos en posiciones de autoridad jerárquica superior (42%). Estos datos subrayan la presencia de dinámicas de poder y abuso en el sector. Las experiencias relatadas por las víctimas incluyen «tocamientos, abrazos y palmaditas» no deseados, sufridos por el 62% de las víctimas, seguidos por «comentarios sexuales o miradas lascivas» (44%) y «violación del espacio personal» (31%).
Un problema crítico destacado por el informe es la baja tasa de denuncias. Dos de cada tres víctimas evitaron reportar las situaciones vividas. Solo un 18% de los casos informados llegaron a supervisores o recursos humanos. El miedo a ser percibidos como exagerados (45%), la desconfianza en la respuesta organizacional (30%) y el temor a represalias (24%) son los principales obstáculos que enfrentan las víctimas.
El impacto del acoso es palpable en la vida profesional y personal de las víctimas. Un 20% de los encuestados indicó que interfería significativamente con su trabajo, generando un ambiente laboral hostil, donde el deseo de evitar trabajar con ciertos colegas (38%) y los sentimientos de aislamiento y deseo de renuncia (22%) son comunes.
Sorprendentemente, alrededor del 40% de los encuestados admitieron desconocer el procedimiento para denunciar situaciones de acoso en su ámbito laboral, con un mayor desconocimiento entre las mujeres (47%) comparado con los hombres (34%). La formación sobre el tema es escasa, con solamente un 18% recibiendo capacitación obligatoria contra el acoso en sus lugares de trabajo.
Desde la perspectiva social, el 72% de los profesionales médicos percibe que las conductas de acoso sexual son tácitamente aceptadas en sus entornos laborales. Además, un 41% cree que los médicos con mayores ingresos tienen más probabilidades de eludir consecuencias por conductas inapropiadas. Sin embargo, se vislumbra un cambio de conciencia: un 38% de los médicos señala que en los últimos cinco años estos problemas son abordados con mayor seriedad.
El Dr. Javier Cotelo Vila, del Comité Editorial de Medscape en español, subraya la urgencia de visibilizar estas conductas para prevenirlas, destacando que «normalizarlas significa perpetuarlas, lo cual empobrece a la sociedad». Esta afirmación enfatiza el reto de erradicar el acoso sexual del entorno médico, un sector que, aunque es visto como referente, no es inmune a problemáticas sistémicas que requieren atención urgente.