Un estudio elaborado por el Instituto de Investigación Tecnológica de la Universidad Pontificia de Comillas ha identificado fallos en la gestión de la Red Eléctrica de España como una de las principales causas del apagón que afectó a la Península Ibérica el 28 de abril. Según el informe, el colapso se dio por una combinación de inestabilidad de tensión, insuficiente generación síncrona y una red de transporte debilitada. Además, señala que las maniobras operativas realizadas por la Red Eléctrica para mitigar oscilaciones de tensión contribuyeron a la aceleración del colapso, lo que dejó a millones de usuarios sin suministro en cuestión de segundos.
El análisis destaca que, durante los días previos y la mañana del apagón, se presentaron inestabilidades de tensión significativas, especialmente en Andalucía y Extremadura, que llevaron a una desconexión masiva de la generación renovable. Se observó una baja actividad de generación síncrona, con un solo grupo de ciclo combinado en operación en el sur y uno nuclear en el centro, lo que intensificó las oscilaciones en toda Europa. Ante estos hallazgos, los investigadores recomiendan revisar los procedimientos de control de tensión y la programación de la generación síncrona, así como fortalecer la coordinación entre los actores del sector eléctrico para mejorar la capacidad de respuesta a situaciones de riesgo y asegurar la estabilidad del sistema eléctrico en el marco de la transición energética.
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