Colombia avanza en su lucha contra la inflación, alcanzando una tasa interanual de 4,82% en junio, bajando del 5% por primera vez en meses. Este descenso se atribuye a la estabilización de precios en sectores clave como alimentos y energía, con la notable disminución en el costo de la papa. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística celebra este avance en un contexto de recuperación económica lenta y cautelosa. Sin embargo, el Banco de la República mantiene su política monetaria restrictiva, fijando un objetivo inflacionario del 3%, utilizando ajustes en las tasas de interés para moderar la economía recalentada.
El enfoque del banco ha generado polémicas con el Ministerio de Hacienda, que critica la lentitud en la reducción de tasas desde un pico del 13,25% hasta el actual 9,25%. Mientras que el Banco proyecta terminar el año con una inflación del 4,4%, algunos analistas, como Itaú Colombia, son más escépticos, esperando niveles cercanos al 5,1%. La esperanza está puesta en que la reducción controlada de las tasas pueda dinamizar la demanda interna, que ya ha mostrado señales de crecimiento en el primer trimestre. Los sectores de Educación, Restaurantes y Hoteles dominan la contribución anual, mientras que aumentos mensuales modestos invitan al optimismo.
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