La evolución de la tecnología en los centros de datos ha impulsado un acalorado debate sobre cuál es la red más eficiente para manejar las crecientes demandas de cargas de trabajo exigentes, tales como la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático y la computación de alto rendimiento (HPC). En este escenario, InfiniBand y Ethernet se presentan como las dos principales alternativas, cada una con características específicas que atienden a diferentes necesidades.
InfiniBand es conocida por su velocidad, baja latencia y rendimiento optimizado. Esta tecnología se ha consolidado como la preferida para supercomputadoras y centros de datos diseñados para IA, principalmente por su capacidad de alcanzar velocidades de hasta 800 Gbps (XDR) y su latencia inferior a 100 nanosegundos gracias a la tecnología Cut-Through Switching. Además, InfiniBand ofrece una red sin pérdidas, aprovechando gestiones avanzadas de tráfico que eliminan la pérdida de paquetes, un factor crucial para la computación distribuida y el entrenamiento de modelos de IA. La carga reducida sobre la CPU por medio de la tecnología RDMA (acceso directo a memoria remota) es otro de los beneficios que maximiza el rendimiento del sistema.
Por otro lado, Ethernet mantiene su posición como la tecnología de red más extendida a nivel mundial. Su principal fortaleza yace en la interoperabilidad, siendo compatible con una amplia variedad de hardware y software. Ethernet también se caracteriza por su infraestructura flexible y menores costes de implementación en comparación con InfiniBand. Aunque ha evolucionado permitiendo velocidades de hasta 400 Gbps, ofrece una gestión de red simplificada mediante protocolos como TCP/IP. Esta flexibilidad y compatibilidad convierten a Ethernet en la opción preferida para empresas que buscan una red versátil y económica para entornos de nube híbrida y servidores virtualizados.
Al enfrentar ambas opciones, se observa que InfiniBand destaca en entornos de alto rendimiento y aplicaciones de IA a gran escala, especialmente en infraestructuras con GPUs como NVIDIA H100 o A100, donde se requiere una interconexión ultrarrápida. En contraste, Ethernet es ideal para centros de datos empresariales que buscan escalabilidad y rentabilidad en la conectividad generalizada.
La decisión entre InfiniBand y Ethernet dependerá del caso de uso específico. Si la prioridad es contar con un máximo rendimiento y baja latencia imprescindibles para cargas de IA o HPC, InfiniBand se posiciona como la elección óptima. Sin embargo, para entornos que valoran la flexibilidad y compatibilidad, en particular aquellos basados en la nube y virtualización, Ethernet sigue siendo la opción más adecuada.
En conclusión, mientras que Ethernet continuará siendo predominante en el mercado general, InfiniBand se erige como la tecnología clave para la evolución de la computación de alto rendimiento y la inteligencia artificial a gran escala. A medida que nuevas generaciones de switches HDR, NDR y XDR emerjan, el papel de InfiniBand en los centros de datos de última generación promete ser cada vez más influyente.