La final de la NBA se prepara para enfrentar a Oklahoma City Thunder y los Indiana Pacers, equipos que nunca han levantado el trofeo Larry O’Brien. Este duelo marca un hito en la liga, ya que se tendrá al séptimo campeón distinto en siete años, reflejando la paridad competitiva en la élite del baloncesto mundial. Los Thunder llegan como favoritos, liderados por el canadiense Shai Gilgeous-Alexander, nombrado el mejor jugador de la temporada. Su rival, los Pacers, liderados por el dinámico base Tyrese Haliburton, alcanzan su primera final en 25 años, tras vencer a los Knicks en un disputado duelo de la Conferencia Este.
El reciente triunfo de los Pacers sobre los Knicks fue clave para sellar su pase a la final. Destacaron las actuaciones de Pascal Siakam y Haliburton, quienes comandaron el ataque con eficiencia, mientras la defensa de Andrew Nembhard complicó el juego de Jalen Brunson de los Knicks. Indiana mostró superioridad ofensiva y defensiva, aprovechando su precisión en tiros de tres y el control del balón para consolidar su ventaja en el tercer cuarto. Haliburton cerró el partido con 21 puntos, 13 asistencias y 6 rebotes, respaldando la celebración merecida de un equipo que sueña con su primer título.
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