Dos estados históricamente enfrentados continúan intensificando su carrera armamentística y militar, en un contexto de crecientes tensiones internacionales. Ambos países han incrementado significativamente sus presupuestos de defensa, destinando recursos a modernizar sus arsenales y ampliar sus capacidades ofensivas y defensivas. Este enfrentamiento ha generado preocupación en la comunidad internacional, que teme una posible escalada que podría desestabilizar la región.
El intercambio de acusaciones y demostraciones de poderío militar se han intensificado en los últimos meses, reflejando la profunda desconfianza y rivalidad entre estas naciones. A pesar de los llamados a la diplomacia y el diálogo, las acciones en el terreno muestran una tendencia hacia la confrontación. Analistas advierten que esta carrera armamentística podría tener consecuencias impredecibles, elevando el riesgo de conflictos indirectos que impacten no solo a los países involucrados, sino también a sus aliados y vecinos.
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