La industria de centros de datos en India avanza de forma impresionante, según el último informe de la consultora Colliers. Con una capacidad que ha alcanzado los 1.263 MW en abril de 2025, cuadruplicándose en seis años, se espera que para 2030 esta cifra supere los 4.500 MW. Este fenómeno responde a un ecosistema digital en expansión y políticas gubernamentales favorables.
El crecimiento implica una expansión considerable del espacio inmobiliario, que ha aumentado de 5 millones a 16 millones de metros cuadrados en el mismo periodo. Para fin de década, se proyecta que la huella inmobiliaria alcance los 55 millones de metros cuadrados.
Mumbai lidera con un 41 % de la capacidad total, seguido por Chennai y Delhi NCR. No obstante, ciudades como Hyderabad, Bengaluru y Pune emergen con fuerza como nuevos núcleos de desarrollo. Hyderabad, en particular, se destaca por su disponibilidad de terrenos y talento especializado.
El informe resalta también el auge de los centros de datos hiperescala. Mientras que en 2020, el 42 % de la capacidad correspondía a instalaciones de más de 20 MW, en 2025 esta cifra alcanza el 56 %. Se anticipa que para 2030, los centros de más de 50 MW representen dos tercios del inventario total. Chennai lidera en este segmento, con un 45 % de nuevas instalaciones recientes.
Los centros de datos Edge, más pequeños y estratégicamente ubicados, también ganan protagonismo. Estos garantizan baja latencia y procesamiento en tiempo real, factores críticos en el entorno digital actual.
Con el auge del cloud computing y la inteligencia artificial, el mercado se reconfigura. Operadores están adoptando estrategias de “land banking” y priorizando inversión en infraestructura preparada para IA y HPC. Además, la sostenibilidad es prioritaria, con un crecimiento esperado en certificación verde, del 25 % al 30-40 % en 2030.
Las inversiones en el sector han alcanzado 14.700 millones de dólares desde 2020. Para los próximos cinco años, se anticipa un flujo de entre 20.000 y 25.000 millones de dólares, consolidando a India como un destino atractivo en Asia-Pacífico para infraestructura digital avanzada. Conectividad global, costos competitivos y políticas favorables posicionan al país como un actor clave en la revolución digital venidera.
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