Con el inicio del puente de Todos los Santos y la cada vez más popular celebración de Halloween, el sector de la hostelería en España anticipa un repunte significativo en sus operaciones y ganancias. Se estima que los ingresos de bares y restaurantes experimenten un aumento de hasta el 15% el 1 de noviembre, en comparación con un jueves común. Este crecimiento no solo se atribuye al incremento en los desplazamientos durante el puente, sino también a la creciente aceptación de Halloween como una fecha clave en el calendario gastronómico español.
Datos de una plataforma de reservas en línea reflejan un notable incremento del 85% en las reservas respecto al Halloween de 2022, lo que demuestra que los españoles están planificando sus salidas con más antelación. Ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia lideran la demanda, con un marcado interés por la gastronomía mediterránea y española.
Para los establecimientos de hostelería, Halloween se presenta como una valiosa oportunidad para incentivar el consumo mediante menús temáticos, decoraciones especiales y propuestas creativas que adaptan esta fiesta de origen anglosajón al gusto local. Se prevé un gasto promedio de 35 euros por comensal, superando la media anual de 27 euros, lo que indica que la combinación de ambiente y ofertas especiales podría fomentar aún más el gasto.
Este puente de Todos los Santos no solo inaugura la temporada festiva de otoño, sino que representa el primer gran periodo de movimiento después del verano, lo que augura una afluencia considerable de clientes en bares y restaurantes. El sector valora el impacto positivo que eventos como Halloween tienen en la economía local, impulsando tanto el consumo como la actividad comercial.
Lugares emblemáticos como Casa Robles, un destacado restaurante en el corazón de Sevilla, ya han preparado menús especiales para la ocasión. La información proporcionada por el Diario de Sevilla subraya el optimismo del sector de cara a los próximos días del puente, resaltando cómo Halloween se ha consolidado no solo como una festividad popular, sino como un motor económico significativo para la hostelería en España.