Los últimos datos de Eurostat revelan que los mercados inmobiliarios de la Unión Europea (UE) continúan su marcha ascendente en el segundo trimestre de 2024. En comparación con el primer trimestre del mismo año, los precios de la vivienda han subido un 1,9%, mientras que los alquileres han registrado un aumento más modesto del 0,7%. Si se contrasta con el mismo trimestre del año anterior, los precios de las viviendas han visto un incremento del 2,9%, y los alquileres un incremento del 3,0%.
Desde 2010, los precios de las viviendas y los alquileres han seguido rutas divergentes en Europa. Mientras los alquileres han mostrado un crecimiento sostenido, los precios de las viviendas han presentado fluctuaciones notables. En términos acumulativos, desde 2010 hasta el segundo trimestre de 2024, el precio de las viviendas ha aumentado un 52%, en comparación con un aumento del 25% en los alquileres.
El análisis detallado por países indica que en 20 de los Estados miembros, el aumento de los precios de las viviendas ha superado con creces a las alzas en los alquileres. Estonia se coloca a la cabeza con un espectacular aumento del 232% en el precio de las propiedades, seguida de cerca por Hungría con un 218%. Otros países con incrementos significativos incluyen a Lituania, Letonia, Chequia, Austria, Portugal, Luxemburgo y Bulgaria, donde los precios se han duplicado o triplicado.
Pese a esta tendencia general de aumento, algunos países muestran excepciones notables. En Chipre, los precios se han mantenido estables, mientras que Italia informa de una disminución del 5% en los precios de las viviendas, un contraste llamativo en el panorama europeo.
Por otro lado, los alquileres han experimentado alzas en 26 países de la UE. Destacan particularmente Estonia, con un incremento del 203%, seguido de Lituania, Irlanda y Hungría. La única excepción notable en esta tendencia alcista es Grecia, que ha registrado una caída del 18% en los precios de alquiler.
Estas cifras subrayan cómo diversos factores económicos y socio-políticos han moldeado el paisaje inmobiliario europeo en la última década. La diferencia en el crecimiento de precios y alquileres no solo refleja las dinámicas internas de cada mercado, sino también la resiliencia y adaptación a desafíos globales en varios países de la UE.