En los últimos dos años, el precio del kilo de un estupefaciente ha experimentado una notable caída, pasando de 32.000 a 18.000 euros, según indican fuentes del sector. Este descenso significativo en el costo se produjo tras el desmantelamiento de la unidad especial de la Guardia Civil conocida como OCON-Sur, que desempeñaba un papel crucial en la lucha contra el narcotráfico en el sur de España. Analistas sostienen que la desaparición de esta unidad ha dejado un vacío en las estrategias de contención del tráfico de drogas, permitiendo un aumento en la oferta de este producto en el mercado y, por ende, una reducción en su precio.
El impacto del desmantelamiento de OCON-Sur se ha sentido más acentuadamente en regiones con alta actividad delictiva relacionada con el tráfico de estupefacientes, como Andalucía. Autoridades locales han expresado su preocupación por las implicaciones de esta situación en la seguridad y el orden público. Mientras tanto, expertos en criminología instan a una revisión de las políticas de combate al narcotráfico en el país, enfatizando la necesidad de estructuras especializadas para hacer frente a las complejas redes del crimen organizado. La situación plantea un desafío considerable para las fuerzas de seguridad y el gobierno, quienes deben encontrar nuevas formas de abordar el problema y restablecer el equilibrio en la lucha contra el tráfico de drogas.
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