En los últimos años, la coordinación efectiva entre los servicios de emergencias y el sistema de salud pública se ha vuelto crucial para abordar eficientemente los accidentes cerebrovasculares, una de las principales causas de mortalidad y discapacidad adquirida en adultos. Este esfuerzo conjunto incluye a SUMMA 112, Atención Primaria, y los 13 hospitales públicos de la región especialmente equipados con unidades avanzadas para tratar estos casos. Durante el último año, estas instituciones han gestionado 10,253 casos de ictus, demostrando un compromiso constante en la lucha contra esta afección.
Entre los hospitales involucrados se encuentran algunos de los más reconocidos en Madrid, como el 12 de Octubre, el Clínico San Carlos, la Fundación Jiménez Díaz y el Gregorio Marañón, entre otros. Estos centros permanecen operativos las 24 horas del día, los siete días de la semana, listos para recibir y tratar a los pacientes en el menor tiempo posible, lo cual es fundamental en este tipo de emergencias.
El procedimiento comienza con el personal de SUMMA 112, que realiza una valoración inicial en el lugar donde se encuentra el afectado. Con recursos móviles preparados, trasladan al paciente mientras el Centro Coordinador de Urgencias y Emergencias se encarga de recopilar toda la información clínica necesaria. Esta coordinación permite que, al llegar al hospital, los equipos de Urgencias y Neurología puedan iniciar el tratamiento de inmediato, aprovechando cada segundo vital.
La importancia de responder con rapidez ante los primeros signos de un ictus es un mensaje que cobra fuerza cada 29 de octubre, cuando se conmemora el Día Mundial del Ictus. El servicio de Urgencia Médica autonómica subraya la necesidad de estar atento a síntomas como dificultad para hablar, sonrisa asimétrica o pérdida de fuerza en extremidades. Ante cualquier indicio, la recomendación es clara: llamar de inmediato al 112 en lugar de desplazarse directamente al hospital, para asegurar que la intervención se produzca con la celeridad requerida.
El tratamiento del ictus en la sanidad pública madrileña no se detiene en la intervención inmediata. Incorpora también un plan integral que abarca la rehabilitación, recuperación hospitalaria y el seguimiento a través de Atención Primaria. Este seguimiento se da especialmente luego del alta médica, continuando el cuidado en centros de salud locales.
Existen dos tipos de ictus: el isquémico, causado por una obstrucción en un vaso sanguíneo del cerebro, y el hemorrágico, por la rotura de uno. Ambos presentan una amenaza significativa al riego sanguíneo cerebral y deben ser abordados con urgencia para minimizar posibles secuelas. Un diagnóstico preciso mediante TAC determinará el curso del tratamiento a seguir.
A pesar de la gravedad del ictus, su incidencia puede ser considerablemente reducida a través de hábitos de vida saludables. Los expertos sugieren realizar actividad física regularmente, mantener una dieta balanceada y evitar el tabaco y las grasas saturadas. Controlar condiciones como la hipertensión y evitar el estrés son también recomendaciones clave para prevenir un accidente cerebrovascular.
Con un enfoque centrado en la prevención y respuesta rápida, la sanidad pública madrileña sigue avanzando en su lucha contra el ictus, una condición que impacta a una de cada seis personas a lo largo de su vida. Con el respaldo de un sistema de salud robusto y comprometido, los pacientes cuentan con mayores posibilidades de recuperación y calidad de vida tras enfrentar esta emergencia médica.