El gasto de las familias en la financiación del sistema sanitario español ha aumentado considerablemente en los últimos veinte años, creciendo un 50% entre 2003 y 2022. Según el informe de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, el sistema sanitario español sigue siendo público y universal, pero la creciente dependencia del gasto directo de las familias ha aumentado las desigualdades en el acceso a servicios cuya cobertura pública es limitada o inexistente. En 2022, el gasto sanitario privado alcanzó un 26% del total, ascendiendo a 33.606 millones de euros, con las familias destinando un 4,8% de su presupuesto a la salud, un incremento desde el 3,4% registrado en 2006.
El informe resalta que los seguros privados han crecido significativamente, representando un 20,7% del gasto y con uno de cada cuatro españoles asegurados. La actividad asistencial en centros privados ha aumentado más que en los públicos, con un notable incremento del 133% en consultas externas desde 2010. Además, se evidencian disparidades considerables en el acceso a servicios privados según el nivel de ingreso, con los hogares de mayores ingresos gastando ocho veces más en atención médica privada. Ante esta situación, el gobierno ha anunciado ayudas para la compra de gafas para menores de 16 años, buscando mitigar parcialmente la carga económica sobre las familias.
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