Después de un prolongado período de dificultades económicas, el mercado hipotecario en España comienza a mostrar signos alentadores de recuperación. En el primer trimestre de 2025, se ha detectado un significativo incremento del 15 % en la concesión de hipotecas para vivienda, sugiriendo un posible fin a la prolongada restricción de crédito que había impactado al país.
Este positivo cambio de tendencia se debe, en gran medida, a la disminución del euríbor. Este índice ha experimentado una notable caída, facilitando una reducción de las cuotas mensuales para los prestatarios, lo que las ha vuelto más accesibles para numerosas familias.
El pasado marzo, las hipotecas firmadas sobre viviendas alcanzaron las 42.831, marcando un aumento del 44,5 % en comparación con el mismo mes del año anterior. Este es el mejor dato registrado en los últimos cinco meses y representa la continuación de nueve meses consecutivos de crecimiento en el sector. En abril, el euríbor descendió al 2,14 %, marcando su mayor caída interanual en más de 15 años. Este descenso ha aliviado significativamente las cuotas mensuales de los hogares, proporcionando un ahorro promedio de 133 euros mensuales, o más de 1.500 euros anuales.
Un elemento destacable es la creciente preferencia por hipotecas a tipo fijo, con un 66,8 % de las nuevas hipotecas contratadas bajo esta modalidad. Esto refleja un deseo de estabilidad financiera entre los nuevos compradores. Además, el programa de avales del ICO para la primera vivienda ha favorecido el acceso al mercado inmobiliario para jóvenes y personas con menor capacidad de ahorro.
No obstante, este panorama positivo también presenta algunos desafíos. El incremento en las operaciones ha traído consigo un aumento en las hipotecas de riesgo, con casi un 9 % superando el 80 % del valor de tasación de los inmuebles. Este fenómeno, junto con la disminución de la oferta de viviendas en algunas áreas, como la provincia de A Coruña, que ha registrado una caída del 39 % en un año, podría desencadenar un alza en los precios de la vivienda.
Ante esta situación, resulta crucial monitorear el mercado para prevenir la formación de burbujas inmobiliarias y asegurar que el crecimiento se mantenga de manera sostenible.