El Monte Etna, ubicado en Sicilia, ha captado la atención de miles de turistas a pesar de sus actuales erupciones volcánicas. Desde el pasado fin de semana, el volcán más alto y activo de Europa ha iluminado las noches sicilianas con explosiones de lava que se mezclan con la nieve, creando un espectáculo natural irresistible para los vacacionistas. Sin embargo, las autoridades de rescate han expresado su preocupación ante la afluencia de visitantes que desafían el frío y las advertencias, llegando al lugar en zapatillas y ropa inadecuada para el clima extremo y el peligro latente. La falta de precaución ha llevado a varios turistas a perderse entre la niebla, lo que supone un riesgo significativo debido a las bajas temperaturas durante la noche.
Las advertencias de los autoridades locales se centran principalmente en los posibles accidentes causados por las rocas expulsadas por el volcán, que pueden colisionar violentamente con personas y objetos al contacto con la lava y la nieve. En respuesta a la amenaza, los municipios cercanos, como Adrano y Biancavilla, han implementado restricciones severas prohibiendo la aproximación a menos de 500 metros de los flujos de lava. A pesar de estas medidas, muchos continúan aventurándose hasta altas horas de la noche, atraídos por las llamas que iluminan el cielo. Alessandro Bella, representante del rescate alpino, ha enfatizado que los infractores serán denunciados, destacando la importancia de seguir las normas para prevenir tragedias en esta peligrosa atracción natural.
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