Empresas no financieras, bancos y sector público incrementaron su participación en la propiedad de las acciones de la Bolsa española al cierre de 2023, aunque los inversores internacionales siguen manteniendo cerca de la mitad de su capitalización. Así lo revela el Informe Sobre la Propiedad de las Acciones Españolas Cotizadas publicado hoy por el Servicio de Estudios de BME.
El informe señala que la participación del sector público en la Bolsa alcanzó su punto más alto (16,6%) en 1992, cuando comenzó el proceso de privatizaciones. Esta cifra se redujo hasta niveles residuales (0,6%) pero ha vuelto a crecer en la última década debido a las ayudas públicas a entidades bancarias y la manutención de participaciones relevantes en empresas cotizadas. Actualmente, el sector público posee un 3,3% del mercado, valorado en unos 23.000 millones de euros. Estos datos aún no incluyen las adquisiciones de acciones de Telefónica realizadas en 2024, que elevan su capitalización hasta al menos el 10%.
La presencia de inversores no residentes sigue siendo significativa, con un 49% de la capitalización del mercado bursátil español, aunque ha disminuido 1,3 puntos porcentuales respecto al año anterior. Los inversores internacionales poseen de media un 25% de empresas no cotizadas y un 48,7% de aquellas que sí cotizan, subrayando el atractivo del mercado bursátil para la inversión extranjera.
En el panorama de inversionistas extranjeros, los fondos soberanos tienen un protagonismo destacado. El Fondo Soberano de Noruega lidera con una participación de 12.500 millones de euros, seguido por el catarí QIA con 7.100 millones, el GPIF de Japón con 3.200 millones, y el Fondo Soberano de Singapur, GIC, con 1.600 millones. Entre las grandes gestoras internacionales, BlackRock sobresale con 30.600 millones de euros en cotizadas españolas, seguida de Vanguard Group con 21.800 millones y Fidelity con 9.500 millones.
El informe subraya que la notable participación de inversores internacionales en la Bolsa española refuerza la importancia de fomentar la cotización para que más empresas puedan aprovechar los beneficios de los mercados financieros, como las inversiones globales. Esta idea también se recoge en el Libro Blanco sobre el impulso de la competitividad de los mercados financieros españoles, publicado por BME en enero y bien recibido en el sector.
En cuanto a las familias, su participación en la Bolsa aumentó dos décimas en 2023, alcanzando el 16,4%. Según la última Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España, un 12,5% de los hogares españoles poseen acciones de empresas cotizadas, cifra que representa a 2,4 millones de familias. Aunque los activos financieros de los hogares españoles sumaron 2,83 billones de euros, un 5,8% más que en 2022 y un 40% más que hace una década, aún prevalece una concentración importante en depósitos bancarios.
Finalmente, las empresas no financieras controlan el 21,9% de la Bolsa, alcanzando un récord de nueve años con un aumento de nueve décimas respecto al año anterior. Los bancos y cajas de ahorro poseen el 3,5% tras un incremento de 0,4 puntos porcentuales, mientras que las Instituciones de Inversión Colectiva, seguros y otras instituciones financieras no bancarias mantienen un control del 5,9% del total de las acciones cotizadas, el mismo porcentaje que en el año precedente.