La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) ha dejado una huella devastadora en Valencia y otras regiones de España, convirtiéndose en una de las tragedias naturales más severas de la historia del país. Las autoridades han confirmado hasta ahora 217 muertes, un número que se teme podría aumentar a medida que continúan las labores de búsqueda de desaparecidos. La emergencia ha movilizado a 500 militares desde el viernes para asistir en la limpieza y atención a los damnificados, mientras que el presidente de la Generalitat Valenciana ha solicitado al Gobierno la incorporación de 5.000 soldados más para enfrentar la crisis. Localidades como Paiporta, Torrent, Massanassa y Letur han sido especialmente golpeadas, sufriendo inmensos daños materiales además de las pérdidas humanas.
En respuesta a la catástrofe, la sociedad civil y algunos gobiernos autonómicos han puesto en marcha campañas de ayuda y donaciones, destacándose el esfuerzo solidario proveniente de Baleares. Las lluvias persistentes continúan poniendo en alerta a diversas provincias de la región, agregando presión a los servicios de emergencia. En este contexto, los Reyes de España visitaron las zonas afectadas y el Rey Felipe VI presidió el comité de crisis en el Cuartel General de la Unidad Militar de Emergencias. Además, la coordinación entre los distintos niveles de gobierno sigue siendo crucial, con reuniones entre ministros y portavoces parlamentarios para evaluar y organizar las estrategias de recuperación.
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