En el Hospital Universitario de Fuenlabrada, la atención al duelo perinatal ha dado un paso significativo hacia la humanización y el apoyo emocional con la incorporación de una innovadora «cuna fría». Este sistema, que utiliza un pequeño ventilador conectado a una manta para mantener el cuerpo del bebé refrigerado, permite a las familias ganar un valioso tiempo para asimilar la pérdida de un ser querido en un ambiente íntimo y respetado.
Este procedimiento forma ahora parte del protocolo de atención al duelo perinatal del hospital, enfatizando su compromiso con la sensibilidad y el cuidado de las familias. La entrada a la habitación de despedida, marcada con una mariposa azul, notifica discretamente a los profesionales de la situación, asegurando que cada interacción se maneje con la mayor consideración y empatía posible.
El personal del hospital está especialmente formado para atender estas situaciones delicadas, cuidando minuciosamente el lenguaje verbal y no verbal, y ofreciendo un sostén emocional constante. A través de la escucha activa y el apoyo en la toma de decisiones, se busca facilitar un proceso de duelo lo más llevadero posible.
Este proyecto ha sido posible gracias a la generosidad de la asociación «El legado de Olivier», fundada por Natalie y Manuel, quienes tras la pérdida de su hijo Oliver en 2020, decidieron ayudar a otros que enfrentan situaciones similares. Su iniciativa pretende extender estas cunas frías a otros hospitales, brindando así consuelo a más familias en su duelo.
El esfuerzo también ha sido respaldado por la organización Sienna Elizabeth Rose Legacy, que ha trabajado para enfrentar el duelo perinatal, demostrando que la solidaridad y el compromiso pueden generar cambios significativos en la atención hospitalaria.
Esta alianza entre hospitales y asociaciones representa un enfoque compasivo y necesario en la atención perinatal, reafirmando la importancia de acompañar a las familias en su dolor y brindándoles el tiempo y el espacio que tanto necesitan en momentos tan difíciles.