La Policía intervino para dispersar a una multitud de aficionados en la Plaza de San Francisco, donde predominaban los seguidores azulgrana. La congregación se produjo en el contexto de una intensa celebración tras un importante evento futbolístico. Las autoridades, preocupadas por el riesgo de desórdenes y la seguridad pública, implementaron medidas de dispersión para evitar aglomeraciones mayores y garantizar el orden. La presencia policial fue notable, y las acciones se coordinaron para minimizar las alteraciones al entorno y garantizar la seguridad de todos los asistentes.
Los aficionados azulgrana, que dominaban claramente la concentración, exhibieron un fervor entusiasta, característico de las celebraciones deportivas. Sin embargo, el creciente número de personas y la efervescencia del momento hicieron que la situación requiriera intervención policial para evitar que se tornara incontrolable. Las medidas preventivas tomadas por las fuerzas del orden permitieron reestablecer la normalidad en la zona sin mayores incidentes, pese a la resistencia de algunos asistentes que deseaban continuar con la celebración.
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