El pasado domingo, un hombre lanzó cócteles molotov contra los participantes de una marcha en Boulder, Colorado, que exigían la liberación de los rehenes de Hamás en Gaza, dejando al menos seis heridos. El FBI está investigando el incidente como un «acto de terror», a pesar de que la policía local pide cautela. Las víctimas, algunas con quemaduras graves, fueron trasladadas a hospitales locales. El agresor, que según testigos gritó «Palestina Libre», fue detenido en el lugar de los hechos. El ataque tuvo lugar alrededor de las 13.30 horas locales, en una concurrida zona peatonal, provocando pánico entre los manifestantes, como se observa en diversas imágenes difundidas en redes sociales.
El incidente en Boulder se produce en un contexto de creciente violencia antisemita en Estados Unidos, vinculada al conflicto en Gaza. A este acto se suma el reciente asesinato de dos empleados de la embajada israelí en Washington D.C. El ataque del domingo ha sido condenado por el gobernador de Colorado, Jared Polis, y otras autoridades, quienes expresan su preocupación ante esta escalada de violencia. Jim Berk, del Centro Simon Wiesenthal, atribuye estos actos a la propagación de propaganda antiisraelí y el incremento del antisemitismo. La situación en Gaza, tras ataques de represalia de Israel, ha dejado una profunda crisis humanitaria, agudizando las tensiones a nivel global.
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