En el marco de la reunión de la Plenaria Confederal Ordinaria de la Confederación General del Trabajo (CGT), una serie de incidentes violentos interrumpieron las actividades programadas en la sede situada en la Calle Sagunto, número 15, en Madrid. Según el comunicado emitido por el Secretariado Permanente de la CGT, el evento se vio opacado por la irrupción de un grupo encabezado por Juan Antonio Guerrero Márquez y Miguel Montenegro Muriel, ex dirigentes de CGT Andalucía, Ceuta y Melilla, quienes, junto a una veintena de personas, intentaron entrar por la fuerza en la sala de reuniones donde los miembros del Comité Confederal se encontraban congregados.
Los disturbios, que involucraron agresiones verbales y físicas hacia varios miembros del comité, culminaron con la rotura de la puerta de la sala de reuniones. Además, una empleada de la sede fue blanco de insultos durante el caos. El incidente alcanzó un punto crítico cuando este grupo bloqueó la salida, ocasionando un ataque de ansiedad a una de las personas en el interior, quien se vio impedida de salir en busca de ayuda.
Desde el Secretariado Permanente de CGT, condenaron estos comportamientos, tildándolos de incompatibles con los principios anarcosindicalistas por los cuales la organización aboga. Asimismo, afirmaron que se tomarán «medidas orgánicas pertinentes» para abordar lo ocurrido. La gravedad de estos actos quedará registrada en el acta de la plenaria confederal, la cual, pese a los contratiempos, logró llevarse a cabo aunque con modificaciones en sus horarios.
Este episodio de violencia interna emerge como un recordatorio de las tensiones subyacentes que pueden existir dentro de agrupaciones que, en su ideología, abogan por la solidaridad y la no violencia. Las reacciones y medidas de los cuerpos directivos de la CGT en respuesta a este incidente serán cruciales para reafirmar su compromiso con sus principios fundacionales, así como para garantizar que se mantenga un ambiente de respeto y diálogo dentro de la organización.
Fuente: CGT
