Tras la sorpresiva eliminación de su equipo en la Liga de Campeones, el técnico italiano ha desmentido categóricamente la existencia de conflictos internos con el presidente del club o con los jugadores. En declaraciones recientes, el estratega subrayó que las relaciones con la directiva y el plantel son sólidas, desestimando así los rumores que han circulado tras la derrota. El entrenador destacó que tanto él como el equipo están centrados en los retos venideros, enfatizando que el revés sufrido es parte de las vicisitudes del fútbol y no debe interpretarse como una fuente de tensiones internas.
En un intento por calmar las aguas, el técnico hizo hincapié en que hay un compromiso unánime para seguir luchando por los objetivos de la temporada. Actualmente, se enfocan en la competencia local y en consolidarse en las posiciones superiores de la tabla. El entrenador confía en que, a pesar del reciente traspié europeo, la unidad y el esfuerzo colectivo permitirán al equipo recuperarse rápidamente, instando a todos los involucrados a mirar hacia adelante. Las declaraciones llegan en un momento crucial en el que los resultados futuros serán fundamentales para restablecer la confianza tanto dentro como fuera del campo.
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