El sur de California enfrenta una severa crisis debido a múltiples incendios forestales que han afectado áreas como Pacific Palisades, Pasadena, Hollywood Hills y el Valle de San Fernando. Estos incendios han sido alimentados por los fuertes vientos de Santa Ana, que han avivado las llamas y dificultado el trabajo de los bomberos en un terreno complicado. Hasta ahora, se han contabilizado cinco muertes y alrededor de 10.913 hectáreas han sido devastadas. La situación ha obligado a las autoridades a emitir órdenes de evacuación para miles de personas, con un total de 155,000 residentes bajo dichas órdenes al amanecer del 8 de enero. Los incendios en lugares emblemáticos como Pacific Palisades y Hollywood Hills han destruido viviendas y obligado al traslado masivo de quienes huyen de las llamas.
La infraestructura también ha sido duramente golpeada, con daños reportados en hospitales y otros edificios públicos, y un total de 1.5 millones de ciudadanos sin suministro eléctrico. En respuesta, tanto el gobierno local como el federal han desplegado recursos significativos para ayudar a combatir los incendios y asistir a las personas afectadas, con la Vicepresidenta Kamala Harris asegurando el compromiso del gobierno federal en ofrecer apoyo. Mientras tanto, la comunidad internacional se mantiene atenta a la situación, a la espera de una mejora en las condiciones climáticas y la efectiva contención de los incendios. Con los vientos de Santa Ana todavía activos, las autoridades advierten que podría haber más dificultades, y trabajan en estrategias a largo plazo para recuperar las áreas afectadas y mitigar futuros desastres de similares características.
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