En medio de la devastación provocada por los incendios en el área de Los Ángeles, el fiscal Nathan Hochman ha anunciado la presentación de los primeros cargos por saqueo. Diez personas han sido arrestadas, entre ellas nueve acusadas de robar en casas evacuadas y una por iniciar un incendio en la localidad de Azusa, un caso no relacionado directamente con los incendios fatales que han cobrado 24 vidas y destruido 12,000 estructuras. Hochman enfatizó un enfoque implacable hacia aquellos que buscan aprovecharse de la crisis, destacando que tres de los detenidos, con antecedentes penales, podrían enfrentar sentencias de hasta cadena perpetua si se les halla culpables.
Los saqueos, captados en algunos casos por cámaras de seguridad, incluyen un incidente en el cañón de Mandeville donde los sospechosos robaron objetos de valor tasados en 200,000 dólares. Otros dos individuos fueron arrestados por saquear una residencia en Altadena, donde se sustrajo un premio Emmy, recuperado posteriormente por la policía; estos enfrentan penas de hasta seis años en prisión. Por otro lado, el individuo acusado de prender fuego en Azusa podría enfrentar hasta siete años de cárcel. Estos anuncios vienen en un esfuerzo por imponer severas consecuencias a quienes exacerban el sufrimiento en una comunidad ya sumida en el caos y la destrucción.
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