El monumento histórico ha sufrido daños significativos debido a la acumulación de humo, que ha ennegrecido tanto los techos como las imponentes columnas de su estructura. Este fenómeno ha generado preocupación entre las autoridades locales y expertos en conservación, quienes advierten sobre la necesidad urgente de implementar medidas restaurativas para evitar que el deterioro progrese. Las investigaciones iniciales sugieren que la contaminación ambiental y la falta de mantenimiento adecuado podrían ser factores decisivos en este deterioro.
Las autoridades han iniciado un plan de acción que incluye la evaluación detallada del daño estructural del monumento y la búsqueda de soluciones sostenibles para su restauración. Asimismo, se ha convocado a expertos internacionales para colaborar en el desarrollo de estrategias que no solo aborden los daños actuales, sino que también aseguren la preservación futura del monumento. La situación ha despertado el interés público y ha generado un debate sobre la responsabilidad compartida de preservar el patrimonio cultural y arquitectónico para las generaciones venideras.
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