En un emotivo acto celebrado esta tarde, el concejal de Villa de Vallecas, Carlos González Pereira, rindió homenaje al patinador Tomás Sánchez Ruiz, conocido cariñosamente como ‘Buba’, al descubrir una placa que da nombre a unas pistas de skate en la calle Real de Arganda. La ceremonia contó con la presencia de amigos y familiares del deportista, quienes recordaron su pasión y contribución al fomento del patinaje en la comunidad.
El evento culmina un proceso iniciado meses atrás, cuando el 30 de mayo la Junta de Gobierno aprobó el cambio de denominación de la instalación deportiva. Esta decisión había sido respaldada unánimemente en el Pleno del Distrito de Villa de Vallecas el 14 de mayo de 2024, gracias a la iniciativa de la Asociación de Vecinos La Unión de la UVA de Vallecas. La denominación busca honrar la memoria de ‘Buba’, un patinador que se convirtió en un referente para muchos jóvenes del distrito.
Durante su intervención, González Pereira destacó el impacto positivo de Tomás Sánchez en la comunidad local y recalcó que, a pesar de su trágico fallecimiento en un accidente de tráfico en 2017, su legado sigue vivo. «Su espíritu permanecerá en cada joven a quien introdujo y enseñó el patinaje, un deporte en el que dejó una huella imborrable», afirmó el concejal, enfatizando el valor simbólico de las pistas que ahora llevan su nombre.
Tomás Sánchez Ruiz nació el 29 de enero de 1981 en Villa de Vallecas y dedicó su vida al patinaje desde que, a la edad de seis años, recibió sus primeros patines. Su compromiso con el deporte se reflejó no solo en la obtención de numerosos trofeos, sino también en su labor altruista para promover el skate entre niños y jóvenes. Participó en diversas exhibiciones y competiciones, destacándose en la categoría trady de los torneos MR, donde cosechó varios galardones. Además, fue fundador del grupo de rollers ‘Xquadron’, con el cual logró múltiples títulos.
La inauguración de la placa no solo celebra los logros deportivos de ‘Buba’, sino que también solidifica su influencia continua en la comunidad, inspirando a futuras generaciones a seguir sus pasos sobre el monopatín. La ceremonia subraya el reconocimiento colectivo a un vecino ejemplar cuya vida, a pesar de su brevedad, dejó una profunda huella en Villa de Vallecas.
