La inauguración del nuevo tramo de tranvía entre Glòries y Verdaguer ha traído un aire de renovación al transporte público de Barcelona, especialmente para los barrios que anteriormente dependían en gran medida del autobús. Este domingo, después de un aplazamiento debido a una huelga, se puso en funcionamiento el esperado servicio, que suma dos kilómetros adicionales a la red de tranvía de la ciudad. El trayecto, que ahora conecta con 13 líneas de autobús urbano, ha sido acogido con entusiasmo por los vecinos, en su mayoría jubilados, que han sufrido años de obras. La expectativa entre los ciudadanos es alta, con muchas esperanzas puestas en que esta extensión facilite un acceso más fluido a diversas zonas metropolitanas.
El proyecto fue posible gracias a una inversión de 63 millones de euros y se espera que absorba 24,000 viajes al día, eliminando así unos 2,000 vehículos del tramo central de la Diagonal. La segunda fase del proyecto, que unirá Trambesòs con Trambaix, se encuentra en etapa de planificación. El presupuesto estimado para completar esta fase es de 170 millones de euros, y se prevé que las obras duren tres años y medio. Janet Sanz, nueva presidenta del grupo municipal de Barcelona en Comú, ha hecho un llamado al alcalde Jaume Collboni para acelerar las obras y desligarlas del presupuesto municipal de 2025. Mientras tanto, los habitantes como Antonia y Pedro continúan disfrutando de su ciudad, agradecidos por los beneficios de un sistema de transporte público en constante evolución.
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