Las inundaciones en áreas urbanas representan un desafío global que demanda soluciones innovadoras y sostenibles. Iñaki Alday, experto en arquitectura y manejo del agua, subraya la necesidad de cambiar el paradigma actual hacia una gestión más natural y efectiva del agua de lluvia para mitigar las catástrofes ante eventos climáticos extremos. Según Alday, inspirado en prácticas aplicadas en países como Holanda, es crucial adoptar un enfoque que permita a los ríos desbordarse en áreas designadas, reduciendo así el potencial destructivo sobre entornos residenciales y urbanos. Este enfoque no solo previene daños materiales, sino que también revitaliza los ecosistemas al permitir la recarga de acuíferos y la deposición de sedimentos fértiles en llanuras de inundación.
En España, después de episodios como la Dana en Valencia, se ha puesto en evidencia la vulnerabilidad del territorio frente a fenómenos climáticos extremos, exacerbados por el cambio climático. Proyectos como el parque inundable de Zaragoza y la recuperación de cauces en Barcelona son ejemplos palpables de cómo adaptarse a estas amenazas de manera sostenible. Construir parques y áreas que absorban y canalicen las aguas de manera controlada, permite que las inundaciones no se vean únicamente como desastres naturales, sino como procesos que pueden ser integrados positivamente en el paisaje urbano. Esta filosofía, centrada en darle más espacio al agua y reducir el impacto de la urbanización desenfrenada, es una clave para afrontar futuras eventualidades climáticas de manera eficaz y resiliente.
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