A casi ocho meses del trágico fallecimiento de Liam Payne en un hotel de Buenos Aires, el caso sigue sin resolverse del todo, mientras las autoridades argentinas investigan los eventos que llevaron a su muerte. Dos individuos, Braian Nahuel Paiz y Ezequiel David Pereyra, han sido acusados de suministrar drogas al cantante y enfrentan cargos que podrían llevarlos a prisión por entre 4 y 15 años. Según los informes, el examen toxicológico reveló que Payne consumió estupefacientes desde al menos 72 horas antes de su deceso. La fiscalía, liderada por Andrés Esteban Madre, solicita que el suministro de estas sustancias sea considerado «a título oneroso», detallando intercambios de cocaína y pagos entre Paiz y Payne en las últimas horas del cantante.
La controversia mediática ha sido intensa, llevando a la familia de Payne a demandar por la cobertura que consideran perjudicial, logrando que la jueza dictara una prohibición sobre la difusión de imágenes sensibles relacionadas con el caso. La autopsia confirmó que la muerte de Payne fue causada por politraumatismo, acompañado de un hallazgo de varias sustancias en su cuerpo. En cuanto a la situación legal, tres de los cinco acusados iniciales han sido exculpados por la justicia argentina, incluyendo al empresario Rogelio Nores y dos empleados del hotel. Estos últimos fueron relacionados en un video viral que los muestra moviendo el cuerpo inconsciente de Payne, aunque posteriormente se decidió que no tenían responsabilidad al respecto.
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