Colombia se destaca por su vasta diversidad biológica, que abarca desde la Amazonía hasta las costas del Caribe y el Pacífico, alojando una riqueza de especies superada solo por Brasil en América. En un esfuerzo por proteger esta biodiversidad, el país ha comenzado a integrar estrategias de financiamiento climático que incluyen el financiamiento de la biodiversidad. Esta iniciativa se ha materializado a través de la emisión del primer bono de biodiversidad mundial por BBVA Colombia, con el fin de apoyar proyectos que van desde la agricultura sostenible hasta la regeneración forestal. Este enfoque innovador cuenta con el respaldo técnico del Grupo Banco Mundial y su J-CAP, permitiendo establecer una taxonomía de financiamiento alineada con el entorno colombiano.
La Superintendencia Financiera de Colombia, con el apoyo del Banco Mundial y la IFC, ha desarrollado marcos regulatorios que evalúan el impacto ambiental en términos de riesgo financiero, promoviendo inversiones que buscan restaurar y conservar los ecosistemas del país. La IFC, en asociación con Banco Davivienda, está preparada para emitir un segundo bono que financiará proyectos como la restauración de manglares y soporte a exportadores ecológicos. Este avance en el financiamiento verde no solo busca preservar la biodiversidad sino también garantizar la sostenibilidad económica en el largo plazo, indicando un crecimiento en la incorporación de estrategias financieras sostenibles en la banca colombiana.
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