El Aeropuerto Internacional Phoenix Sky Harbor paralizó temporalmente sus operaciones debido a un episodio de «clima extremo» que afectó al área. Las inusuales condiciones meteorológicas, que incluyeron temperaturas extremadamente altas y vientos fuertes, obligaron a las autoridades a tomar medidas de seguridad para evitar posibles incidentes. Los pasajeros experimentaron retrasos significativos y las aerolíneas se enfrentaron a la logística desafiante de reprogramar vuelos y asistir a los viajeros afectados.
Mientras tanto, el fenómeno climático ha sido objeto de análisis por parte de expertos que lo relacionan con patrones más amplios de cambio climático que impactan cada vez más la infraestructura de transporte. Las operaciones en el aeropuerto fueron reanudadas una vez que las condiciones mejoraron, aunque no sin dejar una estela de inconvenientes y debates sobre la necesidad de adaptarse a un clima cambiante. pasajeros han expresado frustraciones, mientras las autoridades consideraban medidas a largo plazo para mitigar futuros riesgos meteorológicos.
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