En el barrio madrileño de Chamberí, la reciente instalación de una estatua ecuestre ha generado controversia entre los residentes, quienes expresan su descontento por la ubicación elegida para el monumento. Los vecinos critican que el emplazamiento obstaculiza el tránsito peatonal y altera la estética del entorno urbano. La estatua, que representa a una figura histórica local, ha sido colocada en una concurrida plaza del barrio, desatando un debate sobre la planificación urbana y la preservación del espacio público en la ciudad.
El malestar también surge por la decisión del Ayuntamiento de delegar en empresas privadas la elección de los lugares para estos monumentos, lo que, según los residentes, ha llevado a una falta de sensibilidad hacia las necesidades y opiniones de la comunidad. Los críticos argumentan que esta práctica prioriza intereses comerciales sobre el bienestar social, y demandan un mayor diálogo y transparencia en la gestión de espacios públicos. En respuesta, las autoridades municipales sostienen que intentan involucrar más a las comunidades locales en futuros proyectos, aunque el descontento persiste mientras se buscan soluciones.
Leer noticia completa en El Mundo.