El Instituto de Ciencias del Empleo y las Relaciones Laborales (ICER) ha publicado un informe que revela un impulso creciente en Europa para reconsiderar el servicio militar obligatorio en respuesta a la inestabilidad geopolítica generada por el conflicto en Ucrania. Países como Suecia, Letonia y Lituania han reintroducido o están en proceso de reintroducir este servicio como medida para reforzar su defensa nacional ante las amenazas crecientes en el continente. Mientras que Finlandia y Noruega nunca han abandonado del todo el servicio obligatorio, en naciones como Alemania e Italia este tema genera debate. La reinstauración del servicio militar se discute como una medida excepcional en tiempos de crisis, argumentándose su importancia para fortalecer la defensa y cohesión social, aunque enfrentando críticas sobre su costo y eficiencia comparado con ejércitos voluntarios.
El informe del ICER también examina cómo la reintroducción del servicio militar obligatorio podría afectar al mercado laboral en Europa, destacando la reducción de la fuerza laboral joven y la posible escasez temporal de mano de obra en ciertos sectores. Esta medida podría limitar la movilidad transnacional de los trabajadores jóvenes, dificultar el desarrollo profesional y aumentar el gasto público. No obstante, el entrenamiento militar podría fomentar la resiliencia de la fuerza laboral y abrir oportunidades en el sector militar y en industrias relacionadas. Además, el análisis señala la creciente necesidad de profesionales de salud mental para abordar las implicaciones emocionales de un escenario de conflicto, y subraya la relevancia de la preparación ante riesgos digitales y asimétricos, como el ciberterrorismo, en un contexto de tensión global.
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