En California, un controvertido proyecto de ley amenaza con transformar el panorama de la inteligencia artificial (IA) al favorecer a gigantes tecnológicos a costa de pequeñas startups y desarrolladores independientes. El A.B. 412, actualmente bajo consideración legislativa, es criticado por convertirse en una legislación más restrictiva a pesar de las múltiples enmiendas que se le han aplicado.
Presentado como una iniciativa de transparencia, el A.B. 412 propone un «listado de lecturas» que permitiría nuevas demandas relacionadas con derechos de autor en tribunales estatales. Este movimiento llega mientras se espera que los tribunales federales determinen cómo deben aplicarse las leyes de derechos de autor a las tecnologías de IA generativa.
Entre las disposiciones más criticadas del proyecto está la obligación de que tanto grandes como pequeños desarrolladores mantengan registros detallados de sus materiales de entrenamiento, ya registrados o pre-registrados en la Oficina de Derechos de Autor de los EE. UU. Además, deben identificar derechos de autor «pre-registrados» y administrar registros de obras no protegidas que aún estén bajo derechos exclusivos, incluyendo grabaciones anteriores a 1972.
Las sanciones previstas son severas, con multas de hasta 1,000 dólares diarios por cada violación. Esto podría representar una carga financiera extremadamente difícil de manejar para pequeños desarrolladores y startups, a menudo operando con recursos limitados y más propensos a cometer errores involuntarios.
El objetivo del proyecto de ley parece claro: habilitar a las grandes empresas tecnológicas para emprender acciones legales contra desarrolladores más pequeños, independientemente de su magnitud. Al imponer cargas regulatorias iguales para todos, desde titanes tecnológicos como Google hasta startups emergentes, A.B. 412 potencia a las grandes empresas al tiempo que dificulta la entrada de nuevos competidores.
Además, el intento de regulación podría generar aún más confusión al intervenir en un ámbito ya sujeto a la legislación federal. Los tribunales federales aún están trabajando en delinear los límites del uso justo en inteligencia artificial, y la legislación estatal podría complicar esta delicada situación.
El debate sigue abierto, mientras los habitantes de California son llamados a manifestar sus inquietudes. A.B. 412, según sus detractores, no solo amenaza con inhibir la innovación y limitar las opciones de los consumidores, sino que también podría consolidar aún más el poder de las grandes tecnológicas en el estado.