Una catástrofe de derechos humanos se está desarrollando en Gaza, tal y como alertó este viernes Volker Türk, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad convocada por Argelia. En esta sesión, se discutieron los ataques de Israel a instalaciones y personal sanitario en la Franja de Gaza, lo que ha provocado un colapso en el sistema de salud dejando a la población sin acceso a la atención médica que urgentemente necesitan.
Türk destacó en su intervención que su Oficina ha documentado un patrón alarmante de ataques a hospitales, que incluye el asesinato de pacientes y personal médico. Según sus declaraciones, los ataques israelíes comienzan con bombardeos aéreos, seguidos de incursiones terrestres, detenciones de pacientes y personal, y desalojos forzosos, dejando a los hospitales vulnerables y sin capacidad operativa.
Un ejemplo de este inquietante patrón fue la reciente destrucción del hospital Kamal Adwan, el último en funcionamiento en el norte de Gaza. Allí, varios miembros del personal y pacientes fueron obligados a abandonar el lugar y algunos, incluido el director general, fueron detenidos. Türk informó acerca de numerosos casos de tortura y malos tratos en el contexto de estos ataques, que se producen en un momento crítico para la población que necesita atención médica masiva.
El alto comisionado subrayó que, aunque Hamás y otros grupos armados han lanzado ataques indiscriminados contra Israel, lo cual es inaceptable, esto no exime a ninguna de las partes en el conflicto de su responsabilidad de proteger a los civiles y, especialmente, a las instalaciones sanitarias. Recordó que atacar deliberadamente hospitales constituye un crimen de guerra, y que la destrucción de estos espacios no solo priva a los palestinos de atención médica, sino que también les despoja de un refugio en tiempos de crisis.
Türk exigió investigaciones independientes y transparentes sobre los ataques a hospitales y el uso indebido de estas instalaciones. En paralelo, Rik Peeperkorn, representante de la Organización Mundial de la Salud en los territorios palestinos ocupados, informó que desde octubre de 2023, el 7% de la población de Gaza ha sufrido muertes o heridas. La OMS ha verificado 654 ataques contra instalaciones sanitarias, dejando centenares de víctimas.
Los hospitales en Gaza se han convertido en campos de batalla, lo que ha llevado a un colapso en la atención médica. Más de 12,000 pacientes están en espera de ser evacuados para recibir tratamiento en el extranjero, y al ritmo actual, se estima que podrían necesitar entre cinco y diez años para ser evacuados completamente. Peeperkorn hizo un llamado urgente para aumentar la ayuda humanitaria en la región y a respetar el derecho internacional humanitario, concluyendo con un pedido de alto el fuego inmediato.
Por otro lado, la organización humanitaria Ayuda Médica a los Palestinos ha comunicado que durante más de un año su personal ha enviado mensajes de SOS al Consejo de Seguridad. Tanya Hai Hassan, una de sus doctoras, resaltó el esfuerzo del personal sanitario en Gaza, quienes han logrado establecer un sistema de atención médica a pesar del asedio. Sin embargo, desde el inicio de la guerra, más de mil trabajadores de la salud han sido asesinados, y Hai Hassan subrayó que estos profesionales han pasado a ser objetivos claros de la violencia militar debido a su compromiso con la vida y la salud de la población.